Yolanda es encantadora. Fue muy amable e informativa, y nos dio facilidades en lo que pudo. El alojamiento está muy limpio y cuidado, tiene secador y plancha a disposición, y además del espacio de cocina y desayuno, en la habitación también había, además de agua y bollos, un poco de fruta, lo cual agradecimos especialmente. Eso sí, al alquilar tened en cuenta que hay habitaciones con el baño privado dentro del propio dormitorio, y otras que lo tienen por separado (aunque también privado), algo en lo que no nos fijamos al reservar.