Todo estaba organizado a nuestra llegada (que iba a ser muy tarde). La habitación limpia, con frigorífico y microondas (muy útil), además de cubiertos y menaje para poder comer. Calentador de agua también disponible, junto con té y café.
El desayuno bueno, variado y con buen horario. La chica que está al cargo muy amable.
Zona de aparcamiento disponible alrededor del alojamiento. En coche, se llega al centro en unos 15-20 minutos. No sé cómo sería el acceso con transporte publico (no lo usamos).
Sin duda, si volvemos a Lisboa, repetiremos alojamiento.