Casa Gasamans tiene un encanto especial. Desde su ubicación, escondida entre bosques y campos de cultivos en una aldea pequeñita cerca de Santiago de Compostela, hasta sus instalaciones decoradas con muebles antiguos de estilo rural. El acceso a la casa por un precioso y espacioso jardín con farolas, parras y el sonido de una fuente al fondo que da inicio a un riachuelo que lo atraviesa, Tiene también un gran espacio de piscina para el verano.
La entrada a la casa resulta de lo más acogedora con un ambiente que te envuelve con su luz y el especial aroma a leña del hogar.
Las personas que la gestionan, Ana, Eduardo, son encantadoras, muy amables y dispuestas a ayudar en cualquier cosa que necesites.
Las habitaciones, amplias y limpias, están decoradas en el mismo ambiente de muebles antiguos, disponen de baños decorados en consonancia con ese ambiente rural.
Disponen de servicio de comedor para desayuno y cena, previo aviso. El desayuno es espléndido con repostería casera. De la cocina para las cenas se encarga Ana y, aunque no te ofrece mucha variedad, lo que te prepara está realmente bueno. Es una estupenda cocinera.
Nosotros hemos pasado tres días estupendos y recomendaremos este hotel o casa rural a todo el mundo.