Este lugar ha sido lo máximo para pasar el fin de semana, es una cabañita pequeña, acogedora y calientita. La anfitriona ha sido de lo más amable desde el primer día de comunicación, con respuestas rápidas y aclaración de cualquier duda. Hay mucho qué hacer en el área, puedes ir a caminar alrededor, prender el asador, juegos de mesa o incluso una fogatita para aminorar el frío. Si quieres desconectarte un rato de la rutina este lugar es el indicado, lo recomiendo totalmente y volvería a visitarlo!