Incluso haber indicado cuando íbamos a llegar, teníamos que llamar por teléfono al llegar en la entrada de la pensión (no es un gran problema, pero tanto en el contacto anterior como en la entrada misma da otra impresión).
Nuestra habitación estaba en la segunda planta, sin ascensor. Tanto la habitación como el cuarto de baño son relativamente pequeños pero bastante prácticos. Eso sí, si los demás huéspedes llegan tarde o se van pronto, o hacen ruido, se nota mucho.
Hay toallas y jabón/gel/shampoo, pero en los 3 días que estábamos no nos cambiaron las toallas, ni limpiaron la habitación...lo que nos sorprendió bastante porque en teoría es una pensión, en la práctica es un apartamento - sin cocina - turístico.