La casa preciosa, con el encanto de las casitas típicas de pueblo. Todo súper limpio, la ropa de cama y las toallas olían a colada recién hecha...la casa muy bien equipada, no faltaba de nada: estropajo, bayetas, jabón...hasta una botellita de verdejo que disfrutamos tomándola en la terracita de la casa con vistas preciosas al parque natural. Los propietarios Juana Mari y David encantadores, siempre a nuestra disposición. Da gusto encontrarse gente así!!! Nos lo han puesto todo súper fácil desde el primer momento. Resumiendo: unas vacaciones perfectas en família en un entorno maravilloso, Jimena de la Frontera es muy tranquilo e invita a pasear y perderse por sus calles hasta llegar al castillo y contemplar sus vistas. Recomendamos la estancia 100%!!!