Increíble lo nefasto del servicio. Por una parte el lugar está cayéndose a pedazos. La madera de la habitación está en terribles condiciones, el piso está partido chueco, está abierto por todos lados, así que entran moscos, arañas y demás bichitos ya que no hay manera de cerrarlo, está todo agrietado, con cimientos podridos. No sirve la ducha, ni el internet, ni hay nadie en recepción, el número de contacto que ponen está fuera de servicio, la niña que atiende ( cuando está) es grosera, cínica, indiferente, igual que el dueño. Es increíble lo terrible del servicio. Ante las quejas lo niegan, son indiferentes y encima le exigen al huésped que lleve las llaves a la recepción. Es posiblemente el lugar con el peor servicio que he visto.
Hicimos nuestra queja vía expedía y con el dueño y no sirvió de nada. Al dueño no le importó en absoluto y fue tan cínico de decir que si lo tiene que derribar por que se está cayendo.