La vista fue extraordinaria y la calidez fue muy notable. Festejamos el cumpleaños de mi pareja y ayudaron a tener una estancia de ensueño, con velitas, vino, tabla de carnes frías y la suite presidencial con lo mejor. Tuvimos el jacuzzi justo en la entrada de nuestra terraza privada, disfrutamos de la alberca y en realidad, no tuvimos que salir a nada.
Caminamos entre las extraordinarias cactáceas, probamos muy ricos vinos y también disfrutamos de la lluvia desde la estancia principal, en la terraza, con una jarra de café y una preciosa vista. En el lugar hay tortugas, suculentas, magueyes, flores e inclusive, espacio para perritos. Gracias por todo.