Las cabañas son preciosas, perfectas si estuvieran en otra ubicación. Les falta algo para sentarte dentro al cambiarte y perchas. Mucho ruido del poblado gitano y lo tienes que atravesar todo para llegar a los tenderetes y calle principal. No tenían teléfono de contacto ni mail en la ficha de expedia y cuando llegamos, no había nadie para recibirnos (check-in). Wifi no funciona (te dicen que había problema el día de antes pero de los 3 días no funcionó ni uno solo) La playa, con muchísimos barcos, mar muy movido y pocas sombras. El servicio de bar/restaurante lentísimo, un día me dejaron sin comer porque después de esperar una hora y pico, resulta que no habían pasado nota a cocina de mi pedido, eso si, cocinan bien, aunque la camarera no se entera (no sabe inglés aunque dicen hablar inglés, español, francés y tailandés). No creo que sea buena zona para estar... o te pones tapones para dormir y te mueves en tuc-tuc, o mal.