Excelente trato, muy acogedor y bien situado. El desayuno es fantástico, y la persona que nos lo sirvió encantadora. Superó nuestras expectativas, por tanto lo recomendamos para personas que quieran calidad a buen precio, les guste hacer rutas de senderismo, y disfruten con la naturaleza. Ideal para familias, y también parejas. La pastelería de al lado deja huella, hay un olor a obrador que desarrolla todos los sentidos, los productos exquisitos. En definitiva, para repetir sin duda cuando quieran volver a Sepúlveda.