El hotel no tiene ascensor, pero amablemente nos ofrecieron cambiar a planta baja, aunque no lo hicimos. Es muy justito de espacios, con un colchón muy cómodo, eso sí. El desayuno se queda escaso, no hay fruta, queso, jamón ni yogures, se echaban en falta. Pero para una o dos noches, está bien y bastante cerca de Estrasburgo.