De antemano les cuento que fuimos 4, dos adultos y dos hijos de 18 y 15 años, desde el día 6 al día 11 de abril '23. Nos reservaron dos habitaciones con baño privado cada una, un sofá cama matrimonial en la planta baja y una cama queen size en el entresuelo.
Aun sin TV la instalación tenía una pinta digna aún con ventana y puertas de hierro, directas al pasillo, lo cual producía un ruido bastante fuerte cuando se abrían y se cerraban para el tránsito de los huespedes.
En la noche llegaron dos parejas jóvenes qué a las 11pm se instalaron en la terraza (donde hay una cocina compartida qué sé abre al pasillo de las recamaras) hasta las 5,50 am, y de nada sirvió qué subí a las media noche para pedirle de bajar tono de voz y estallido de carcajadas.
Al día siguiente entonces, hemos sensibilizado el responsable lo cual al final nos ha propuesto un movimiento, ya qué si su intervención hacia las parejas no producía resultado nos habríamos quedado nuevamente con insomnio.
Así que nos envío a otra instalación donde las apariencia está mejor: en realidad son estudios con todo equipado, cocina, sofá cama, cama matrimonial, baño, TV. Mucho mejor, menos que a las horas de la tarde un local abajo recibe lgbtq+ qué hacen fiesta todas las noches, hasta la media noche, afortunadamente.
Así que el ruido ha sido la constante negativa de nuestra estancia en esas instalaciones de barrio México y también el escaso tiempo de respuesta a nuestros pedidos, incluido de limpieza y sostitucion de toallas