El Hostal debería tener una persona que lo tuviera mantenido, por ejemplo, nos dieron una habitación que la ducha estaba rota, y le faltaba el detalle de tener una mesita, teníamos que poner las cosas en el suelo.
Hablamos con el dueño y nos cambiamos de habitación, habitación que olía mucho a tabaco y no se podía estar allí. Nos volvieron a cambiar de habitación y ésta estaba todo bien, pero, la cama de matrimonio tenía la sábana de una cama individual, por lo que otra vez tuvimos que ir a recepción para que pusieran una sábana de matrimonio.
Yo creo que sí hubiera una persona que revisara las habitaciones de vez en cuándo, esos detalles y otros menores, no tendrían que existir.
De todas formas, tanto el dueño Antonio, como su hijo y demás empleados, fueron siempre muy amables y buscaron solución a todo. Creo que poniendo un poco de atención, sería perfecto, ya que está situado a muy pocos minutos de Sevilla y tiene unas vistas muy bonita al río Guadalquivir.