Hemos estado dos noches, muy cómodos y muy bien atendidos por el personal y dueños del hotel. Increíbles vistas y un montón de cosas que hacer en el entorno. El hotel esta muy bien reformado sobre un edificio antiguo, materiales nobles, bien elegidos, detalles súper cuidados...El pueblo muy acogedor, con restaurantes de primera a buen precio. Las habitaciones muy cómodas, silencio en el exterior, productos autóctonos recién hechos en el desayuno, terraza con vistas panorámicas. Muy recomendable, repetiremos.