Las habitaciones están muy bien, son cómodas (menos las almohadas).
La piscina está muy bien. Me pareció un poco caro 15€ por personas las camas balinesas (aunque incluyen dos bebidas por persona se hace caro), y había gente que hacía uso de ellas sin pagar.
La animadora cero ánimo, siendo un hotel de estas características debería contar con más actividades (zumba, aquagym, animación con micrófonos, juegos para niños, etc)
Para ser agosto cuentan con muy poco personal, desde el viernes por la noche al lunes x la mañana que me fui las pepeleras repletas de basura, todo caído en el suelo, una pena. (La hubiesen mandado a la "animadora" a recoger por lo menos la de la piscina así se ganaba un poco el sueldo.
La comida tanto en desayuno como cena muy buena.
El bar de fuera muy bien, todo muy rico y la chica de la noche muy amable.
Pondría un par de mesas de ping pong más (solo una para todos el complejo es poco) y algunos juegos mas.
El spa que esté cerrado es una pena, con esa instalación espectacular que tiene... Lo tienen como trastero. 😔