Aunque las opiniones no eran demasiado buenas reservamos en este “hotel” a través de una plataforma online y ante la imposibilidad de encontrar otra cosa en Melilla, todo completo.
El “hotel” no es un hotel, se trata de un hostal/ pensión y tiene muchas muchas muchas deficiencias.
Nada más llegar la habitación reservada (una triple) no está disponible, nos asignan una doble hasta solucionar el asunto; al mediodía me ofrecen un descuento para que nos quedemos en la doble, ES INDIGNANTE, FALTA ABSOLUTA DE PROFESIONALIDAD, AUTÉNTICOS INCOMPETENTES. Por supuesto me niego y bajo amenaza de reclamación formal consigo mi habitación triple.
Edificio viejo, falta absoluta de mantenimiento, limpieza deficiente, bichos…
Se nota que recientemente han lavado la cara a los pasillos y han colocado mobiliario nuevo en las habitaciones PERO sin renovar ni baños, ni puertas, ni paredes, ni tuberías, ni nada.
El mobiliario nuevo, aunque de poquita calidad, resulta algo grotesco, ridículo y absurdo en una habitación tan vieja y con un baño en un estado lamentable.
La cobertura es nula, el wifi no funciona nunca, la señal de TV horrorosa.
HUMEDADES, CUCARACHAS, ROTURAS completan el despropósito de un establecimiento nada nada nada recomendable.