Las instalaciones (alberca, mesas, jardín) excelentes y la habitación perfecta (frigobar, blancos, limpieza, aire acondicionado). Fuimos entre semana, y había muy poco personal, se sentía muy solitario, la misma chica tenía que resolver recepción, cocina, y hacer de mesera. El restaurante promedio, pero tardaron muchísimo en servirnos, aunque eso parece ser algo común en todos los comedores y restaurantes de la zona. Precios del restaurante algo caros, pero similares en toda la zona y cierra 4 pm. Necesitas moverte en auto a todas partes (playa, laguna, otros restaurantes). Dejan entrar a foráneos a hacer uso de la alberca de 9 a 6 pm, en nuestro caso eso no representó problema. Ambiente muy tranquilo, principalmente familias con niños, pero con la bocina y música. Sí está literal a orilla de la carretera federal, se oyen pasar los automóviles, pero no se sentía inseguro. Cierran el portón a las 8 pm, y después es necesario tocar el timbre para acceder.