El personal de recepción muy amable, el lobby muy acogedor pero no lo pudimos usar por protocolo covid.
Las habitaciones están bien, amplias.
Lo único que les sugiero es que brinden un servicio de desayuno acorde al precio que uno paga por la habitación. El café en saquitos, la leche en polvo y la mermelada/dulce de leche/queso untable/manteca en recipientes plásticos es para un servicio de avión, no para un hotel de esas características. En una zona donde abundan las mermeladas caseras y las exquisitas panifiaciones, que ofrezcan una mermelada "Verónica" es un detalle no menor (para mi gusto y exigencia) Además, se contradice con los mensajes de cuidado ambiental, al utilizar tanto recipiente descartable plástico.
La ubicación es céntrica, muy buena.