Es una propiedad al más puro estilo de los años 60 - 70. Te hace recordar cuando las familias de clase media ibamos a acapulco, veracruz, mérida, etc. aquellos años en los que era difícil acceder a cadenas hoteleras de corte internacional. La propiedad es muy limpia y cuenta con un servicio de desayuno incluído bastante razonable: (fruta, pan duce, café o chocomilk, el plato fuerte puede ser el platillo Belisana. el cual ofrece cecina asada, una quesadilla, rajas cocinadas y papas cocidas (muy sabroso todo) con tortillas y pan. Las habitaciones de decoración modesta (insisto tipo años 60-70) pero muy limpias, sus baños igualmente limpios e instalaciones en buen estado. Lo mejor el área de la alberca, con mesas y sillas con sombrillas, una piscina de muy buen tamaño y temperatura adecuada. Hay un bar (no utilizado) en la cabecera de la alberca con una escultura estilo romana, los cuales yo recomendaría quitar o modificar ya que son de mal gusto y el área podría mejorar visualmente de manera importante. Yo reserve este hotel porque no había uno mejor con la relación costo beneficio que yo esperaba, pero después de haber estado hospedado en él, la verdad si regresaría. Estuvimos muy cómodos y contentos.