Ha sido la PEOR experiencia de mi vida como turista o en viaje de placer. Desde que llegamos no había siquiera una recepcionista. Un señor que estaba posando el césped nos recibió y fue muy amable y con mucho esfuerzo de su parte nos acomodó porque le llamó por teléfono a la encargada de la recepción para avisarle nuestra llegada y la señora jamás contestó, luego llamó a la dueña y tampoco jamás contestó. Luego verificó nuestra habitación y se dio cuenta de que no había agua caliente ni servía el boiler así que nos cambió de habitación. Al otro día nos encontramos que no había agua caliente tampoco en ese habitación, el agua no estaba fría, estaba helada, pues había 8 grados de temperatura afuera, fueron días muy fríos en Valle de Guadalupe, así que el agua estaba insoportable. Mi esposo corrió a la recepción y no ha Iá nadie nadie que ayudara, nadie que atendiera nadie para nada, más que un velador que no ataba ni desataba el pobre. Total que ya como pude salir de la ducha, helada y de la que saqué un buen resfriado, fuimos a reclamar a recepción y nos topamos con una señora grosera, súper majadera, que nos ignoraba abiertamente y solo respondió burlonamente que no se podía hacer nada, sin siquiera dirigirnos la mirada, como si no fuéramos nadie, con una tremenda falta de respeto y de consideración. Cero solución, cero reembolso cero nada. Ante eso Obviamente nos molestanos más. Pues en la noche la señora metió a la policía y nos fueron a tocar la puerta con amenazas.