Es una casa muy agradable con unos dueños muy educados y serviciales. Nos ayudaron en todo lo k pedimos. La habitación muy amplia, limpia y bastante moderna. Lo más el DESAYUNO.....me encantó tenían de todo fruta, yogures, cereales y semillas, quesos, pavo, jamón, embutidos, pan, aceite bollitos y por supuesto mermeladas caseras de varios sabores la de fresa tenía un sabor único, pero la de manzana me sorprendió gratamente.
Por ponerle un pero, el agua de la piscina estaba helada, teniendo en cuenta las temperaturas algo normal. Aún así pudimos darnos unos bañitos. Muy recomendable